Tantos maravillosos frutos que ha dado y nos sigue dando nuestro Seminario de Paraná…. Tantas vocaciones de servicio y entrega al Mensaje de Amor… a la Esperanza que agradecemos con profunda alegría.
Que esta fiesta tan central para la Iglesia toda, Pentecostés, nos encuentre unidos por un solo Espíritu haciendo de cada uno de nosotros un valiente testimonio de Jesús Resucitado.
Nos comprometemos a rezar por el corazón de la diócesis y cada uno de los seminaristas que se forman en esta Casa, para que asemejen su corazón al del Buen Pastor.
¡Feliz Fiesta Patronal!